El impacto de aranceles y recesión en nuestra cartera: ¿riesgo o oportunidad?
Analizamos cada valor: ¿cuáles podrían caer más y cuáles repuntar tras una hipotética tormenta?
Este artículo busca compartir mi visión general sobre los valores en cartera y su situación frente al contexto macroeconómico actual, con un enfoque especial en los aranceles de EE.UU. y la posible recesión que podrían desencadenar. Quiero aclarar de entrada que no es mi principal preocupación ahora mismo. Sin embargo, dado que este Substack es un producto comercial, y ante las dudas planteadas por muchos suscriptores en el canal de Discord, creo necesario exponer mi postura sobre estos temas. Debo aclarar además que este artículo fue escrito entre el 6 y el 7 de abril, con lo que los cambios en las cotizaciones en un día como hoy harán con toda probabilidad que las cotizaciones en el artículo comentadas no estén del todo actualizadas. Vamos allá:
El problema no está en los valores individuales, sino en los múltiplos. Lo que vemos ahora es una compresión de múltiplos ante la expectativa creciente de una recesión. Los tambores de recesión, que parecían silenciados tras los datos macro de finales de 2024, han resurgido con fuerza tras los últimos anuncios del gobierno de Trump. La tesis básica es que los aranceles serían una herramienta estratégica para influir en los mercados financieros, incluidos los bonos del Tesoro, buscando gestionar la deuda de EE.UU. a menor costo.
Esta idea no es mala en sí misma, pero la gran incógnita -que nadie puede responder, por mucho que lo intenten- es si esto traerá desempleo y una recesión en los próximos trimestres. Eso es precisamente lo que el mercado está descontando a toda velocidad en los últimos días.
En esta fase (a día de hoy), muchos negocios pueden parecer baratos, pero la trampa está en los efectos de una posible recesión. Si llega, lo que hoy parece barato podría volverse muy caro. Tomemos el consumo discrecional como ejemplo: un valor que genera $1 de beneficio y cotiza a $9 (PE 9) puede parecer atractivo, pero en una recesión, ese dólar podría caer a $0.1 -o incluso volverse negativo- por el impacto del apalancamiento, el capital circulante y la caída de volumen. Ese PE 9 pasaría a ser 90, convirtiéndolo en un activo carísimo. La clave estaría en evaluar cuánto tardaría el negocio en recuperarse: como vimos en la pandemia, algunos sectores repuntaron en 6 meses, mientras otros, más estructurales, tomaron hasta 3 años. En momentos de pánico como el de la semana pasada, el mercado tiende a poner en precio “la media” de estas posibilidades, porque los inversores no tienen tiempo ni claridad para diferenciar casos específicos.
Cuando hay pánico, hay pánico, y punto. El siguiente paso, como “imaginadores del mercado”, es identificar qué negocios pueden resistir mejor o, dicho de otro modo, qué valores justifican el miedo y cuáles no.
Sobre los valores concretos de la cartera, no veo problemas significativos en su operativa, pero sí en sus múltiplos. Para quienes quieran estimar situaciones a 6 meses (que por otro lado no recomiendo), hay ciertas peculiaridades que vale la pena considerar. Vamos a repasarlos.
Hims opera en el sector salud, que es inherentemente contracíclico. Aunque incluye una parte más “discrecional” (como pérdida de cabello o estética), esta no es tan defensiva como la salud pura, pero sigue siendo resiliente. Pensemos en L’Oréal, que atravesó la crisis de 2008 sin apenas inmutarse: Hims, por su propuesta de producto, es aún más defensiva que L’Oréal. Si asumimos que no sufrirá en una recesión (mi opinión, independientemente de su magnitud), la pregunta clave es hasta dónde podría llegar su múltiplo.
Tomemos el peor escenario: un flujo de caja libre (FCF) de $380 millones en 2026, según el consenso del mercado. Con un valor empresarial (EV) actual de $5,500 millones, esto implica un EV/FCF de 14.5x sobre esa proyección. Personalmente, creo que Hims superará esa cifra y alcanzará unos $500 millones, reduciendo el EV/FCF a 11x. Para ser conservadores, usemos el consenso y analicemos cómo interpretarlo.
Imaginemos un noviembre de 2025 en plena recesión de magnitud media. Tras presentar resultados, Hims demuestra no verse afectada. Los datos forward (próximos doce meses) están sobre la mesa, y la cotización debería ajustarse. Consideremos un caso pesimista:
Hims, a dicha fecha, habría caído de los $26 actuales a los $20 (una reducción de su cotización de un 23% adicional) por el sentimiento bajista general. Con los resultados en mano, su valoración sería de 11x el FCF de los próximos doce meses (según el consenso, no mi estimación). Aquí cada inversor debe responder: ¿es razonable que un negocio con márgenes brutos del 80%, potencial para mejorar márgenes vía desapalancar partida de marketing, caja neta y un crecimiento del 50% anual cotice a 11x FCF? Yo no lo veo normal, pero no puedo predecir si ocurrirá. Lo que sí sé es que, en ese escenario, no solo estaría a 11x del año siguiente, sino quizás a 7x del posterior. El valor presente del dinero pesa más, pero si esto se da, Hims podría generar en cuatro años un FCF equivalente a su capitalización total hipotética en ese momento. En este caso pesimista, no hablaría de “oportunidad generacional”, sino de una locura del mercado.
Hims, por su optimización futura de caja, su crecimiento exponencial y su enorme mercado potencial (TAM), no debería cotizar por debajo de las 35x FCF. Así, en este noviembre de 2025, tras una recesión que podría durar 8-12 meses adicionales, me cuesta creer que la demanda por invertir en un valor que podría revalorizarse hasta un 400% en tiempo récord no fuera alta.
¿Mi conclusión? Estoy muy tranquilo con Hims. Ni la recesión ni los aranceles me impactan lo más mínimo, y estos últimos apenas le afectarían. El único riesgo relacionado estaría en los ingredientes de sus formulaciones, pero el sector farmacéutico estaría exento de aranceles. Incluso si esos compuestos no se clasificaran como “farmacéuticos”, el impacto en un negocio con márgenes brutos del 80% sería mínimo. Hims podría trasladar ese costo extra al precio final sin problema.
Pongamos números: un producto que a Hims le cuesta $8 lo vende a $40. Supongamos que los aranceles afectan específicamente a las materias primas, digamos $4 de ese costo. Un arancel del 35% sobre esos $4 añadiría $1.4, elevando el costo total de $8 a $9.4. Hims podría simplemente ajustar el precio de venta de $40 a $42 (78% margen bruto) y, de paso, salir ganando. ¿Por qué? Porque es el líder en escala -ningún competidor tiene más suscriptores- y su balance, con caja neta y sin deuda, le da flexibilidad para convertir un inconveniente en una ventaja. ¿Y que mejoraría todavía más la situación en un futuro? Los aranceles se cancelan, y Hims ya tiene aceptados sus precios que los consideraban, volviendo a un margen bruto mejor incluso que los actuales.
Dicho esto, mi única preocupación real con Hims es la regulatoria, y en eso me centro. La cotización, una recesión, un nuevo 2008, los aranceles, los GLP-1 o su precio en verano de 2026 me dan igual. Solo me importa el riesgo regulatorio; ese es mi foco porque creo que la única posibilidad de que no consiga revalorizaciones extraordinarias en este negocio es que ocurra un evento regulatorio, que por otra parte, es el único que no puedo controlar.
Vitalhub es un negocio que opera en Canadá con negocios en la propia Canadá y Reino Unido. De nuevo, los aranceles no le afectan lo más mínimo. En relación a una recesión, es un producto crítico para un sector crítico como el de la salud. Como ya pasara en el Covid, su rendimiento será óptimo en cualquier circunstancia, y es por ello que ha sufrido menos que otros valores.
Es una de mis mejores inversiones, si bien a medida que otros negocios más volátiles en su cotización han hecho que disminuya posición. Todavía hoy es un objetivo claro a la hora de volver a repetir este modus operandi. Actualmente cotiza a unas 19x EV/EBITDA, es decir, una valoración de baja a justa respecto a su calidad como negocio. De disponer de mayor capitalización, creo que merecería al menos las 25x EV/EBITDA por su gran capacidad de convertir EBITDA en FCF, además de su crecimiento orgánico.
De estar en un mercado normalizado, con muchos valores en sus precios justos, creo que Vitalhub sería una posición muy importante a valoraciones actuales, quizá superiores al 10%. Sin embargo, y dadas las particularidades del momento, podemos decir que es de los pocos valores cuya cotización no desentona en relación a su valor intrínseco.
Para carteras de largo plazo, que quizá no buscan tanto movimiento en operaciones, y quizá no buscan rendimientos lo más alto posibles, sino simplemente superar a los índices, creo que Vitalhub sigue siendo un valor de sobresaliente calidad que además podrá rendir en cualquier circunstancia macroeconómica. A largo plazo, puede seguir componiendo al 20% y por qué no ofrecer un re-rating adicional en el largo plazo.