Durante este tiempo en redes, y en especial Twitter, leo semanalmente y de manera constante citas célebres de Buffet que invitan o sugieren, en su mayoría, rodearse de calidad.
Ventajas competitivas, años de buen hacer, negocios indestructibles. Todo sería genial si no fuera por una cosa, o mejor dicho, por dos.
La primera de ellas me lleva al significado de calidad en bolsa. Calidad para mí es una empresa que ha demostrado un track récord sobresaliente, con una gran directiva, a ser posible muy buenos márgenes y buenos retornos. La parte mala es que todo esto lleva aparejado un atributo más, y es que una compañía así no la vas a encontrar barata. Si tienes suerte, puedes comprarla a su precio justo.
Si a ello sumamos todo lo anterior, podemos empezar a pensar que quizá ese valor de calidad que estamos comprando no sólo no está barato (la calidad se paga) sino que además ha demostrado tanto que poco más adicional puede ofrecer, y quizá sea un hecho bastante posible que el upside a largo plazo sea, en exclusiva, el crecimiento de los flujos futuros de la compañía.
Siendo una compañía de tal experiencia, podemos pensar en unos beneficios, en el mejor de los casos, crecientes entre un 10 y un 15%, y aquí termina nuestro best case scenario. Así pues, nos lanzamos con nuestro negocio de calidad con este margen de seguridad, y a partir de aquí, podemos ir estableciendo fallos de cálculo, porque así como a mejor es difícil ir, a peor es más sencillo.
Facebook se introduce en el metaverso porque lo necesita para mantener sus tasas de crecimiento. Amazon y Google comienzan un plan de crecimiento de capex que dinamitan los beneficios que muchos apuntaban en sus modelos. PayPal descubre la competencia…Y así, pequeños errores de cálculo sobre valoraciones ajustadas en los que a pesar de la calidad, además de los beneficios, también baja la valoración.
La segunda cosa a la que me refería anteriormente, aunque creo que no menos importante, me dirige hacia la figura de Buffet. Probablemente el 90% de la gente que cita a Buffet no compraría siquiera el 10% de sus acciones. En su última gran inversión, el mejor inversor del mundo da la razón a la “figura conocida”. Podía invertir en acciones de gran calidad, se nos ocurrirán decenas, pero Warren invierte en una petrolera.
Como en toda su trayectoria, Buffet ha invertido donde ve un valor futuro que dista del valor presente por circunstancias a las que se intenta adelantar. Porque sólo así, se encuentran rentabilidades extraordinarias.
Intuir que Microsoft va a crecer un 10-15% sus beneficios durante los próximos 5 años no es una intuición, es casi una realidad. Por lo tanto, es un hecho ya establecido en su precio, y lo único que puede cambiar esto son aquellos pequeños errores de cálculo. En definitiva: si todo el mundo lo sabe, probablemente no tenga valor.
Warren invertía en cosas que iban mal con el pensamiento de que podían ir bien, y cuando del negro se pasaba al blanco, la cotización había multiplicado por muchas veces. Y aquí creo que entramos en el verdadero valor de la calidad en bolsa.
Si tuviera dos polos, donde el primero de ellos fuera la calidad (y todo lo que conlleva), y el segundo fuera la -valoración más el cambio de una realidad-, creo que no le daría más de un 10% al primero de ellos, volcando mi total atención en el segundo.
Dentro de mi portfolio 10Bagger encuentro un caso rápido como el de Atlas Engineered Products. Se trata de una empresa canadiense fabricante de estructuras prefabricadas para casas. Si tuviésemos que valorar el negocio en base a su calidad, jamás estaría siquiera en un top1000. Pero entonces, ¿por qué entonces se ha multiplicado por dos en apenas seis meses mientras, la calidad en algunos casos ha bajado su cotización?
Creo que como inversores debemos tener claro el significado de “cartera de inversión”, y no ver ésta simplemente como una colección hermosa de cromos donde poder mostrar lo mejor de lo mejor. Una cartera no debería ser una exposición de coches de lujo, debería ser un instrumento para enriquecerse, o al menos así lo veo yo.
El otro día veía a Quim Abril publicando un vídeo donde hablaba de la situación de Chico´s, un retailer con pasado dudoso donde una serie de hechos hacen pensar, mediante la investigación y los modelos, que los flujos futuros de la compañía pueden ser muy diferentes a los vistos hasta ahora. ¿Lo más interesante? Pues que esto se descubre estudiando, y por lo tanto, el mercado aún no ha puesto precio a esto.
Haciendo mi propia investigación (peor y más rápida porque tengo mi cupo de retailers completo), veo más o menos lo mismo, un valor que, sin ser de calidad, y del que muchos se avergonzarían de tener en sus carteras de coleccionista, muy posiblemente multiplique por 3 en los próximos 3 o 4 años. Sin ventaja competitiva, sin nada de lo que enorgullecerse…simplemente un espacio inmenso entre la realidad, la visión del mercado y las expectativas. Probablemente en los próximos años, mientras algunas acciones de calidad generen un 30, Chico´s pueda llegar al 300%.
Creo que debemos ver la bolsa como una gestión de riesgo, y tenemos que entender realmente qué es el riesgo, y como aplica para cada caso. Algo que parece claro es que a mayor exposición (al público, al mercado…), mayor riesgo. Si mi batalla es intentar saber tanto de Large Caps como los mejores analistas de inversión de EE.UU. (chivatazos e información privilegiada mediante), creo que mi riesgo inicial es bastante alto y empezaría perdiendo por mucho.
En otro artículo intentaré divagar sobre el mundo de las small y micro caps, en las que me he especializado, y donde creo que sí tengo ventaja frente a personas más inteligentes y con más capital que yo.
Pienso que, en el caso de Buffet y Munger, cuándo hablan de calidad, se refieren sobretodo a las empresas que adquieren al 100%, como See's, GEICO o Buffalo News. Eso supone alrededor del 70% de sus inversiones. Con el 30% restante, es como dices, no sólo Chevron, también construyó y después deshizo una posición en Verizon...