Rocket Lab y AST Spacemobile: Valoración tras resultados
Interpretamos los últimos Q´s de las empresas lideradas por P. Beck y A.Avellan. Te explico por qué considero que una de ellas está significativamente infravalorada y por qué planeo seguir aumentando.
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1. Rocket Lab
Rocket Lab publicaba recientemente su Q1 2025 con unos ingresos ligeramente por encima de lo esperado. Como ya comenté en Discord, por la situación temprana de la compañía lo interesante no es tanto la generación actual de éstos sino la posición competitiva del negocio en cada momento. Esta sensación de “inutilidad” del estudio de los ingresos actuales se incrementa cuando recordamos que Rocket Lab podrá generar hasta $60m por cada lanzamiento de Neutron, lo que supone por sí solo el 50% del total de ingresos conseguidos en este primer trimestre de 2025.
Lo que sí me ha llamado la atención es que en la presentación anuncian más de 20 lanzamientos para este 2025, si bien en mi modelo contaba con un total de 18 por los comunicados realizados hasta la fecha. Como ya comenté, las consecuencias de esto no son mayores pues supondrían simplemente alrededor de 16m adicionales a los ingresos generados en el año.
¿Qué es interesante conocer entonces? Básicamente, debemos prestar especial atención al balance para comprobar que el negocio sigue sin sufrir estrés financiero, y tener una imagen clara de la estructura comercial actual de la compañía.
En cuanto a ésta, comparto una diapositiva de la nueva presentación a inversores que captura la esencia de la tesis completa.
El primer negocio espacial integral
La imagen presenta a Rocket Lab como un actor integral en la industria espacial, destacando sus dos segmentos principales: Launch (lanzamientos) y Space Systems (naves espaciales y componentes). Además, ofrece un adelanto de los desarrollos a corto plazo, como Neutron y Flatellite, y esboza proyectos futuros. Para mí, esta imagen representa un compromiso firme con el desarrollo de una constelación propia de satélites. Lo que hace dos trimestres eran meras especulaciones y hace un trimestre simples posibilidades, ahora se consolida como una realidad tangible. Rocket Lab está dando pasos concretos hacia la creación de su propia constelación, alineándose con empresas como AST SpaceMobile, Starlink o Project Kuiper (Amazon), que ya operan sus propias redes satelitales.
La importancia de esto para mí es vital por dos motivos principales que me gustaría comentar por separado:
Rocket Lab se abre a un mercado enorme, en una fase totalmente inicial donde existirán diferentes TAM según el segmento al que te orientes. En el caso de ASTS, como hemos visto por aquí, el target claro es el de la cobertura móvil de banda ancha satelital. No sabemos cuántos jugadores van a hacer falta, y si Rocket Lab podrá generar ingresos en este mercado, pero sabemos que las aplicaciones son inmensas y que hoy por hoy son simples ideas (eso sí, ideas en muchos casos probadas): control ambiental, seguridad de fronteras, seguridad y defensa, internet de las cosas, monitoreo remoto de infraestructuras, gestión de flotas marítimas y aéreas, monitoreo de actividades espaciales, monitoreo del cambio climático, experimentos científicos, farmacología espacial, etc. Lo cierto es que sobre una capitalización de unos $10b actualmente, muchos de estos mercados aumentarían considerablemente el valor de Rocket Lab y son una opcionalidad de ninguna manera tenida en cuenta en el precio.
El valor de esta nueva opcionalidad no reside únicamente en la capacidad de generar ingresos futuros de forma aislada, sino en la creación de una cadena de valor integral en Rocket Lab. Esta abarca desde la fabricación de componentes para satélites y cohetes, hasta su lanzamiento y la gestión de activos en órbita. Actualmente, ninguna otra empresa en el mundo iguala la capacidad de Rocket Lab para controlar su cadena de valor de manera integral mediante una integración vertical. Esta se ha forjado a través de la adquisición estratégica de pequeños negocios, el desarrollo de tecnología propia y la expansión hacia nuevos mercados. Si Rocket Lab controla todas las fases, es muy sencillo adivinar que la compañía crecerá a un ritmo igual o superior a un sector terriblemente duradero y con megaproyectos en fase de estudio (les remito a lo que veremos en ASTS más adelante)
“Launch” es una barrera de entrada casi insalvable
El éxito que ha dispuesto Rocket Lab en los últimos años en sus lanzamientos no deja de ser, por frecuente, extremadamente extraño. Rocket Lab ha completado 59 de sus 63 lanzamientos de Electron con éxito, un porcentaje superior al 93%.
La relevancia del lanzamiento de Neutron radica en su capacidad para llenar un vacío crítico en el mercado espacial, que experimenta un crecimiento exponencial. Este sector demanda vehículos de lanzamiento de tamaño intermedio que operen con alta fiabilidad, un nicho que actualmente está desatendido. Recientemente, destaqué en X un nuevo fallo del cohete Alpha de Firefly, evidenciando los desafíos de la competencia. En su informe trimestral, Rocket Lab ilustra, mediante la infografía que se muestra a continuación, los problemas recurrentes y las pérdidas financieras que enfrentan otras empresas en su intento por alcanzar lo que Rocket Lab ya ejecuta a gran escala con éxito. Como es evidente, ninguna organización seria, especialmente multinacionales o agencias espaciales, confiaría sus valiosos satélites o misiones científicas a una empresa con un historial de lanzamientos poco fiable.
El caso de Northrop Grumman resulta especialmente relevante. Para entenderlo, debemos considerar varios aspectos clave. En primer lugar, junto con Lockheed Martin, Northrop Grumman es uno de los gigantes del sector de defensa en Estados Unidos, con una capitalización bursátil significativamente mayor que la de Rocket Lab. En segundo lugar, y más importante, su negocio abarca múltiples segmentos, siendo el espacial solo uno de ellos. Esto marca una diferencia fundamental con Rocket Lab, ya que Northrop Grumman adopta un enfoque más orientado a la investigación y a misiones especializadas. En consecuencia, no cuenta con un cohete insignia, sino que desarrolla nuevas versiones adaptadas a necesidades específicas. Ninguna de las opciones mencionadas competiría directamente con el cohete Neutron de Rocket Lab, debido a su menor capacidad de carga (Neutron puede transportar hasta 10 veces más) y a su estructura de costes, que permite ofrecer precios mucho más competitivos por kilogramo.
Sin embargo, sí que podríamos comparar a Neutron con Antares 330, un cohete aún en desarrollo de Northrop Grumman y de características similares. De cualquiera de las maneras, la posición de liderazgo en ingeniería de Rocket Lab lo explica una imagen que te adelanto aquí, y es que escondida en el 10K del pasado año, puedes ver como el propio Northrop Grumman es el cliente que más dinero tiene adeudado con Rocket Lab, lo que demuestra el poder comercial de nuestra protagonista.
Los contratos hipersónicos aumentan
Quiero explicar esto de forma clara y sencilla para que, paso a paso, comprendamos mejor a Rocket Lab. Mi objetivo es que esta empresa se consolide como una de las posiciones clave en la cartera a largo plazo. Espero que quienes decidan invertir en ella, o ya la tengan en su cartera, vayan adquiriendo un mayor conocimiento y confianza en la compañía con el tiempo.
Los contratos hipersónicos de Rocket Lab son acuerdos que permiten a la empresa competir por tareas y órdenes de trabajo en programas gubernamentales y comerciales enfocados en el desarrollo de tecnologías hipersónicas. Estos contratos suelen ser multi-anuales y de alto valor, financiados por agencias como el Departamento de Defensa de EE.UU. (DoD), la Fuerza Espacial, o aliados internacionales como el Reino Unido.
Estos contratos financian pruebas de tecnologías hipersónicas, como sistemas de propulsión, planeadores hipersónicos, sistemas balísticos o materiales y sensores en condiciones extremas. Un ejemplo reciente es el contrato ganado el pasado mes, donde Rocket Lab fue seleccionado por Kratos Defense para realizar el primer vuelo de prueba a gran escala bajo MACH-TB 2.0, utilizando HASTE para alcanzar velocidades superiores a 7.5 km/s y probar payloads hipersónicos.
Siempre hemos dicho que Rocket Lab dispone de dos cohetes: Electrón en operaciones actualmente y Neutron, el más grande, en desarrollo y previsto para la segunda mitad de este 2025. Como hemos visto en la tesis y artículos posteriores, los ingresos por el primero son de entorno a los 8m por lanzamiento (el precio ha ido aumentando trimestre a trimestre, lo cual es una nota positiva sobre la posición competitiva del producto), por los 50-60m a los que llegaría Neutron una vez comience sus operaciones. ¿Qué es entonces HASTE, si no es ninguno de los dos?
HASTE (Hypersonic Accelerator Suborbital Test Electron) es una derivación tecnológica de Electron diseñada específicamente para pruebas hipersónicas. A diferencia de Electron, que coloca satélites en órbita, HASTE no alcanza órbita, sino que realiza trayectorias suborbitales para simular condiciones hipersónicas y realizar las diferentes pruebas según la misión. Lo interesante de HASTE es que es un producto ya operativo y cuyo precio, por la especialización requerida en su estructura, es superior al de Electron. Si éste último tenía un precio de alrededor de $8m, podemos situar en torno a los $13-15m el precio de un lanzamiento de HASTE.
Esta ala de Electron permite y permitirá a Rocket Lab entrar en contacto con los departamentos de defensa de muchos países, como lo ha hecho recientemente con Reino Unido. Se trata de un mercado de fuerte crecimiento que se estima que alcance los $10b en 2030, y donde Rocket Lab a través de su vehículo exclusivo dispone de una posición competitiva inmejorable.
Por si fuera poco, en una reciente entrevista, Peter Beck, CEO de Rocket Lab, respondió a la pregunta de si el segmento hipersónico podría generar, en el futuro, más lanzamientos por sí solo que los del cohete Electron. Su comentario fue el siguiente (adjunto el vídeo completo, muy reciente y muy interesante):
Potencialmente sí. El jefe del programa suborbital hipersónico ha declarado que quiere volar todos los días, eso da una idea de hacia dónde se dirige el programa.
Actualmente, como explicaremos en la última parte de este artículo, no incluimos esta opcionalidad en nuestra tesis de inversión. Mantenemos una relación normalizada de aproximadamente un lanzamiento HASTE (hipersónico) por cada 2,5-3 lanzamientos de Electron. Por tanto, la posibilidad de que nuestra tesis se vea superada al alza es significativa.
Neutron está en tiempo, y no creo que se retrase
Hace unos meses, un informe bajista alertó sobre un supuesto retraso en el desarrollo del cohete Neutron, un desafío al que Rocket Lab tendría que enfrentarse. Sin embargo, los últimos resultados financieros disipan estas preocupaciones. Además, la noticia más relevante hasta la fecha, en mi opinión, es el acceso a un contrato de $56b de dólares, condicionado al lanzamiento exitoso de Neutron. Este hito refuerza la confianza en que el proyecto avanza según lo previsto por la dirección de la compañía.
Así pues, el lanzamiento de Neutron no significaría solo el éxito de un nuevo producto con mejores perspectivas que el existente, sino la confirmación de que Rocket Lab participará de lleno en este enorme contrato.
Según mis estimaciones, Rocket Lab podría acceder a cantidades que oscilan entre los $600m y los $1.2b en los próximos 4 años sólo con este programa, y a partir de 8 a 16 lanzamientos Neutron dedicados al mismo. Si anualizamos las cantidades, tendríamos $150m al año en el caso pesimista y $300m al año en el caso optimista. Dicho de otra manera, y en el caso optimista, este único programa supondría el un 20% del total de los ingresos que el mercado estima para Rocket Lab durante 2026, 2027, 2028 y 2029.
En relación con el reciente informe bajista, Peter Beck, CEO de Rocket Lab, publicó el mismo día de los resultados financieros un vídeo mostrando pruebas en terreno. En él, se observa una gran cantidad de agua en acción, un detalle que parece una respuesta irónica al informe. Este aseguraba que uno de los motivos del supuesto retraso de Neutron era la falta de agua en el lugar de pruebas. Resulta difícil imaginar un retraso cuando el propio CEO comparte imágenes, en tono irónico, que desmienten directamente esa afirmación.
Y la demanda sigue aumentando
Quizá la noticia más impactante de estos resultados sea la comunicación de un nuevo contrato para Neutron:
Como hemos visto, esto supone unos $60m adicionales, ya que al lanzamiento inaugural y a los 2 programados y cuyo cliente se desconoce, debemos añadir presumiblemente para 2027 este nuevo otorgado por las fuerzas del aire.
La última adquisición para Space Systems
Como ya sabemos, Rocket Lab realizó recientemente su última adquisición: Mynaric. Siempre he defendido que la tesis principal de Rocket Lab converge en la visión del negocio como un “todo espacial”, y en este sentido, ésta adquisición sólo suma a este nuevo modelo. Mynaric se especializa en la fabricación de terminales de comunicación láser (óptica) para transmisiones de datos de alta velocidad en aplicaciones terrestres, aéreas y espaciales.
Debemos decir que Mynaric ya prestaba servicios a Rocket Lab, por lo que es una adquisición basada en la experiencia previa y donde Peter Beck, como uno de los mejores ingenieros espaciales del mundo, ha visto valor; o lo que es lo mismo, no soy nadie para juzgarla.
Sí que podemos encontrar una relación directa en el objetivo de construir una constelación propia y los terminales de Mynaric. Los terminales láser de Mynaric permiten comunicaciones seguras y de alta velocidad entre satélites, lo que es crucial para grandes constelaciones que requieren transferencia de datos rápida y confiable.
Otro aspecto importante de esta adquisición es que Rocket Lab entra de lleno en el mercado europeo, concretamente en Alemania. Esto es interesante porque es una ventana a contratos gubernamentales y de defensa europeos, y que se amplifica con la reciente comunicación sobre el cambio legal de Rocket Lab USA, Inc. a Rocket Lab Corporation, efectivo a partir del 1 de junio de 2025.
Nuevos productos: el fin último de la inversión en I+D
Fruto de esa filosofía “One Stop Shop”, y la increíble experiencia conseguida a través del propio desarrollo de sus productos Electron y Neutron, Rocket Lab continúa comunicando innovaciones en diferentes frentes y aumentando la cartera de productos en su segmento Space Systems. Mejoras en el software propietario y, sobre todo, comercialización de antenas modulares personalizadas como las que ya vimos en la tesis de AST Spacemobile. Este tipo de innovaciones no sólo irán destinadas a la nueva constelación de Flatellite, sino que la compañía podrá venderlas como partes especializadas a otros negocios.
El crecimiento de este segmento “integral” no sólo lo vemos en diapositivas como esta, sino que sigue siendo una realidad palpable en los últimos informes trimestrales. En éste último en concreto, vemos como Space Systems crece a tasas del 45% en este primer trimestre de 2025, pasando de $60m a casi $87m.
Personalmente creo que este segmento es el que más debemos seguir, ya que el de los lanzamientos es más estacional y los mismos pueden estar distribuidos en determinados momentos del año, siendo más interesante tener una estimación aproximada de su número total a lo largo del año.